Si atendemos a sus siglas, SATE significa Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior.

Es decir, es un revestimiento utilizado para aislar térmica y acústicamente una fachada por el exterior.

Dicho de otra forma, es como ponerle un abrigo a un edificio, aunque con este ejemplo estamos dejando de lado la ventaja de que en verano el sistema también aísla del calor.
Un dato importante:

“El 58% del parque edificado es anterior al 1980, es decir, 23 millones de viviendas españolas consumen una alta cantidad de energía” Ministerio de Fomento (2017).

Si eres pintor profesional y realizas trabajos verticales o pintura y rehabilitación de fachadas probablemente ya sabes de qué hablamos pero si has llegado aquí buscando información sobre este material, quédate porque te vamos a contar todo acerca de él.

Vamos allá

Lo primero que vamos a analizar son las ventajas e inconvenientes de instalar algún sistema SATE en la fachada de un edificio.

Las 15 ventajas de utilizar SATE en tu fachada


Un sistema de aislamiento térmico en exteriores tienes las ventajas siguientes:

  • Preservar el microclima de un edificio, aislando de forma segura y continua las fachadas incluso de diferentes materiales.
  • Garantizar el aislamiento frente al calor y al frío, con una mejora del confort de la vivienda, ahorro en el consumo de gas y/o electricidad para la calefacción y/o refrigeración de los edificios, que se traduce en una reducción del impacto de estas energías en el medioambiente.
  • Mejorar las prestaciones termo higrométricas de la envolvente del edificio, como ciclo de saneamiento de patologías existentes o como sistema constructivo adecuado para prevenir posibles patologías relacionadas con la envolvente exterior y garantizar el bienestar y la habitabilidad confortable de las viviendas
  • Impedir la creación de condensaciones, ya sean intersticiales o superficiales.
  • Los edificios quedan impermeabilizados frente al agua.
  • Se suprimen puentes térmicos en vigas, frentes de forjados, pilares.
  • Garantizar la protección contra factores meteorológicos adversos (lluvias, nieblas, ..)
  • Se aumenta la inercia térmica del edificio, manteniendo la estabilidad térmica en el interior de las viviendas.
  • Resulta más económico que la fachada ventilada, y al contrario que ésta, se mantiene la estética del edificio cuando se rehabilita. Permite la reconstrucción de molduras, formas geométricas, e incluso el color del edificio original.
  • Como es una acción por la parte exterior del edificio, no se reducen los metros cuadrados de las viviendas.
  • El sistema SATE mejora la eficiencia energética, con un ahorro entre el 40 – 70%,  contribuyendo a una reducción de emisiones de CO2, por lo que su aplicación recibe importantes subvenciones.
  • Mejora el confort acústico en el interior de las viviendas.
  • Sistema de larga duración.
  • Las obras de colocación de este tipo de aislamiento apenas interfieren con el día a día de los habitantes del edificio rehabilitado, que no necesitan irse fuera de la vivienda, lo que ahorra tanto costes adicionales como molestias.

Desventajas del SATE


Respecto a los inconvenientes, señalaremos los siguientes:

  • El tiempo de ejecución de obra es alto para su correcta instalación pero como hemos comentado, no implica dejar de utilizar la vivienda.
  • Dificultad de reparación en caso de graves desperfectos.
  • En ocasiones muy extremas el sistema puede verse comprometido ya que una fachada puede alcanzar los 80 Cº en los días calurosos.

¿Cuánto dura el SATE y qué mantenimiento tiene?


Cuando hablamos de SATE estamos refiriéndonos a uno de los sistemas de aislamiento más duraderos. fiables y eficientes.

No en vano, hablamos de entre 20 y 30 años de duración sin ningún mantenimiento

Pero como en todo, realizar un correcto mantenimiento resulta esencial para alargar la vida útil de este tipo de sistemas de aislamiento exterior. 


Mantenimiento del SATE

El mantenimiento es tan importante como la propia instalación.

Por lo tanto, si llevamos a cabo un programa de conservación, la duración se extenderá hasta los 40 o 50 años.
El programa de conservación sería algo similar a esto:

  • Cada 3 años. Revisión visual de la fachada.
    En esta revisión se revisará el estado del sistema y se corregirán, si es el caso, pequeñas fisuras o imperfecciones que pudiesen poner en peligro la integridad de una zona concreta. La entrada del agua y el efecto del frío en pequeñas grietas pueden convertirse en problemas graves en unos pocos años.
  • Cada 5 años. Revisión visual de la fachada y corrección de grietas si las detectamos. También es conveniente una limpieza profunda para eliminar microorganismos que podrían estar erosionando y descomponiendo la capa de protección externa.
  • Cada 10 años.Revisión visual en profundidad y reparación de cualquier imperfección.
    Se realizarán comprobaciones para conocer el estado general del aislamiento exterior.
    Si el material se ha debilitado o vemos que ha perdido densidad, será necesario retirarlo y aplicar una nueva capa exterior.
    La capa aislante del interior se mantendría intacta.


¿Cómo se instala el SATE?

Lo primero que hay que señalar es que la colocación del aislamiento sí requiere obra.
Pero no hay que preocuparse, porque esta obra no dificulta la rutina de la vivienda, porque la obra se realiza por el exterior. 

Además, la mejora del aislamiento térmico por exterior se puede aprovechar para mejorar la estética y renovar la fachada.

El paso a paso de cómo instalar este tipo de aislamientos da para otro post, y lo ideal es dejar la instalación en manos de profesionales. Si tienes alguna consulta sobre el sistema SATE déjanos un comentario y te responderemos encantados.

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