Cuando nos contactáis para pintar una casa, una duda frecuente es la elección del color.
Por eso hemos decidido redactar un post para tratar este tema, para darte algunas claves al respecto ya que además de las preferencias personales, es importante seguir una serie de consejos para evitar los errores más comunes.
¡Vamos allá!
¿Qué quieres conseguir?
Lo primero que debes plantearte es qué objetivo persigues con la pintura. Si quieres realizar un cambio radical o por contra, seguir en la misma línea.
Te lo comento porque solo cambiando el color de paredes, techos y puertas puede parecer que estrenas piso nuevo.
Así que deberías plantearte si quieres ¿ampliar el espacio? ¿dar más luz al salón? ¿destacar una pieza de mobiliario o algún elemento decorativo? ¿destacar alguna pared?
Tener esto claro te ayudará a decantarte por unos colores o por otros.
Pero…no es solo el objetivo que persigas lo que va a condicionar la elección del color.
Estos dos factores son clave: el tamaño y la iluminación.
El tamaño importa
En este caso, las dimensiones son decisivas.
Si la habitación a pintar es de tamaño reducido, lo recomendable son los colores claros para dar mayor amplitud.
Las estancias más grandes nos van a permitir jugar más con otros colores más intensos y combinarlos para conseguir efectos muy distintos.
La iluminación
La iluminación es otro de los elementos a tener en cuenta.
Lo primero que tenemos que revisar es cuánta iluminación natural tenemos en la estancia a lo largo del día.
Si tienes sol durante muchas horas al día, podrás optar por colores más oscuros, pero si entra solo claridad, es mejor seleccionar tonos neutros.
El blanco para las paredes, un acierto atemporal
Pintar en blanco es un clásico y casi siempre un acierto: no pasa de moda, multiplica la claridad, cede todo el protagonismo al mobiliario, y amplía los espacios.
Además, el blanco es fácil de combinar con los muebles, las cortinas y resto de elementos. Otra ventaja que tiene el blanco es que no requiere tintes adicionales, y por eso es la pintura más económica del mercado.
Si además tu estancia cuenta con buena iluminación, la sensación de amplitud estará asegurada.
Aunque, (por ponerle un pero) es cierto que es un color que no nos va a ayudar a crear un ambiente diferente. Si eres de esas personas que buscan la originalidad, el blanco no será tu mejor elección.
Puedes optar por alguna otra opción dentro de la gama de los blancos: blancos más cálidos (blanco roto o hueso o marfil) o más fríos y conseguirás ambientes muy diferentes.
Otros colores para acertar: gris y beige
Sin lugar a dudas, el gris es considerado el nuevo blanco de la paleta de colores.
Existe una amplia gama de tonos grises, desde los grises pálidos hasta los más oscuros.
Todos ellos ofrecen un elegante resultado y combinan a la perfección con los otros elementos de la estancia (muebles y textiles).
Al igual que el gris, el beige es otra buena opción para acertar seguro.
Se trata de un tono natural, calmante y restaurador que está en auge en decoración por su facilidad para crear ambientes de reflexión y “recarga de energía”.
Es un color superversátil, que irradia confort y que se puede utilizar en cualquier habitación. Además, combina a la perfección con tonos marrones, naranja o con tonos fríos como azules o verdes. Con negro también combina genial y aunque puede dar la sensación de un ambiente serio, podemos añadir algún toque de color.
¿Y si quiero un toque personal en las paredes?
Todo lo que te hemos contado hasta ahora está muy bien si tienes gustos clásicos y no quieres arriesgar.
Pero si lo que buscas es darle tu propio toque personal y tu propio estilo y quieres huir de los colores y tendencias clásicas, estás justo en el sitio indicado.
En CATPIME nos encanta ese tipo de propuestas.Crear ambientes únicos. Sorprender con paredes inesperadas que no dejen indiferente a nadie.
No ya solo el color, sino que se pueden combinar diferentes técnicas, materiales y acabados para conseguir paredes únicas que brillen por sí solas, que atraigan las miradas.
Es lo que llamamos alta decoración.
Podemos realizar pintura mural, cualquier tipo de textura o acabado que imagines (mármol, madera, tela, piel, terciopelo…) utilizando pintura y recubrimientos como el microcemento, el estuco o fusionando varias técnicas.
Las posibilidades son infinitas y el resultado garantizado.
¿Qué color elijo para los techos?
De nuevo el blanco es el color más habitual, porque lo normal es querer dar amplitud a estancias pequeñas con techos bajos.
Pero pintar el techo de un color distinto al blanco o de algún tono de acento, es una forma de dar un toque original y llamativo a tus espacios.
Si tienes la suerte de contar con techos altos, no te lo pienses, arriesga con el techo. Tonos más oscuros ya sean cálidos o fríos, crean ambientes muy originales.
Eso sí, nuestro pequeño consejo es que contrastes con tonos más claros en los muros o paredes.
Pero hay más opciones:
- Aplicar el mismo color en el techo que en las paredes. Conseguiremos dar sensación de amplitud, sobre todo si son colores claros.
- Jugar con el mismo color pero distintos tonos. Podemos obtener resultados interesantes y es muy fácil de combinar.
- Recurrir a distintos diseños, dibujos o murales. Es una opción fantástica si, sobre una base blanca o de color claro, pintamos motivos geométricos, por ejemplo. En habitaciones infantiles también queda muy bien pintar motivos naturales, animalitos, estrellas o notas musicales.
Colores para puertas
Si hablamos de puertas y rodapiés, tener unas puertas viejas transmiten esa sensación de “pasado de moda” a todo la vivienda, aunque acabemos de pintar las paredes.
Pero tranquilo, porque pasar de eso a una imagen de hogar moderno y de tendencia es tan fácil como pintar las puertas.
La inversión necesaria es muy inferior a cambiarlas por otras nuevas y los resultados te encantarán.
A la hora de elegir el mejor color para tus puertas de interior, puedes basarte en estas tres indicaciones:
- Analizar la cantidad de luz natural recibe tu casa.
- Si quieres potenciar esa luminosidad o no.
- Cómo es tu decoración. Si es de estilo moderno aplica un color neutro. Ya sabes: blanco, beige o gris claro. Otra opción es el negro que puede dar un toque de elegancia muy interesante y original.
Si nos permites otro pequeño consejo: las puertas antiguas con acabado en madera ( nogal, roble) también puedes, y debes, pintarlas. Hazlo y verás el cambio que pega tu casa.
Y otra buena alternativa sería utilizar tonos de moda (menta, pastel…) que darán un toque de personalidad y diferencia.
Alta decoración para puertas, ¡no te cortes!
Los tonos neutros están muy bien.
Pero es posible que seas de ese pequeño porcentaje de personas que buscan el toque diferente, la originalidad, el efecto wow.
Si este es tu caso, y buscas que las puertas tengan el protagonismo que se merecen, los colores vibrantes pueden ayudarte a conseguirlo.
¿Y si quieres ir todavía más allá? Puertas metálicas, con texturas y acabados curiosos, con fusión de materiales.
Permítete innovar y deja volar tu imaginación.
Si quieres ver ejemplos de algunas de estas técnicas aplicadas a puertas, puedes visitar esta sección: Puertas sorprendentes.
Y verás que más que puertas, son obras de arte.
Si te atreves con algo así, contacta ahora con nosotros.
Recuerda que somos pintores que prestamos servicio en todas estas provincias: Valencia, Castellón, Alicante, Tarragona, Barcelona, Girona