Si acabas de pintar tu vivienda por completo o alguna estancia, es posible que notes que las puertas se ven raras o viejas, con el resto de paredes impecables.
Llegados a este punto tienes dos opciones:
- Cambiar las puertas por otras nuevas más acorde al nuevo ambiente
- Pintarlas y darles un aspecto renovado.
La opción primera está muy bien, pero las puertas tienen un coste elevado y estarás “obligado” a renovarlas todas, con lo que el presupuesto se multiplica.
La opción de pintar las puertas ofrece dos ventajas principales: menor coste y más opciones de personalización.
Piensa que le puedes dar un aire muy diferente siendo la misma puerta. De hecho vas a conseguir un cambio espectacular en toda la casa. Además, en muchos casos mantener las puertas antiguas y solo cambiar el color va a aportar un toque ecléctico y sofisticado.
Así que desde aquí te animamos a darles una segunda vida (o una tercera, o una cuarta)
– Vale ok, pinto las puertas.
Si es esto lo que estás pensando en estos momentos sigue leyendo porque vamos a darte muchos tips y los pasos exactos para pintar las puertas en solo siete pasos.
¡Vamos allá!
Antes de ponerte a pintar
Lo primero que debes plantearte es si vas a hacerlo tú mismo o si vas a contar con la ayuda de un profesional.
No se trata de un trabajo difícil, pero sí laborioso y lleva su tiempo.
Si para pintar las puertas llamas a un profesional, ahorrarás tiempo y no te tendrás que preocupar de temas como ¿qué tipo de pintura elegir y de qué color?, ¿de qué material son mis puertas?, ¿es necesario lijar? etc.
Si has decidido que lo quieres hacer tú, a continuación te dejamos los pasos a seguir para que tengas un resultado impecable.
Preparar los materiales
Los materiales que vas a necesitar son:
- Para montar y desmontar las puertas:
- Destornillador del tipo que sean los tornillos.
- Masilla. Esto será necesario si quieres aprovechar para cambiar los pomos de las puertas, puesto que en este caso no te encajarán los tornillos y será necesario aplicar masilla en los agujeros antiguos.
- Para llevar a cabo el trabajo
- Cinta de pintor o de carrocero para proteger los bordes del marco.
- Lijadora y esponja manual. La lijadora que te recomendamos es alguna tipo mouse y una manual que te será de mucha ayuda en el caso de que tus puertas no sean lisas por completo.
- Imprimación. Aunque no siempre es necesario, sí es muy recomendable.
- Pintura, esmalte o laca. Aquí es donde surgen las dudas más grandes, pero ahora lo veremos.
- Rodillo y brocha plana.
- Cubeta de plástico. Con un tamaño mediano-pequeño es suficiente.
¿Cómo elegir la pintura para pintar las puertas?
Aquí hay tres temas importantes:
- Elegir el color
Dice el refrán que para gustos los colores.
Pero si ya nos conoces o has leído alguno de nuestros artículos, sabrás que en CATPIME nos encanta salirnos de la norma.
Y el tema color se presta a ello.
Te animamos a darle carácter propio a tus puertas pintándolas de algún color que resalte. Atrévete con tonos oscuros (azul petróleo, negro…) y les darás un toque distinto y muy original.
- Elegir el tipo de pintura.
Como amantes de nuestro trabajo, solo podemos recomendarte que no escatimes en calidad.
Aunque pienses que va a subir mucho el coste, en realidad vale la pena porque las puertas, como elementos de paso que son, reciben muchísimo uso y la pintura es también un producto para mantener nuestras puertas cuidadas.
Por eso elijas pintura, laca o esmalte, asegúrate de que tenga buena adherencia y que sea fácil de limpiar.
- Calcular bien la cantidad.
Nuestra primera recomendación más vale que sobre que que falte. Quedarse cortos es muy habitual y es un problema que luego Murphy haga de las suyas y no puedas encontrar el mismo tono (incluso siendo la misma referencia, puede ser ligeramente distinto). Además, tendrás que interrumpir el trabajo para ir a comprarlo.
Para calcular la cantidad de pintura debes tener en cuenta el color actual (por el tema de tener que aplicar más o menos capas si pasamos de un color oscuro a uno claro) y si vas a querer aplicar una capa de imprimación, que alarga un paso más el proceso, pero ahorra material y con un par de capas de pintura puedes tener lista la puerta.
Y un cálculo aproximado puede ser 4 metros de puerta (2 por cada lado) por 4 manos de pintura (por si no aplicas imprimación) 16 metros cuadrados. Para cubrir 16 metros cuadrados hará falta unos 750 ml de pintura, laca o esmalte a grosso modo y tirando un poco por lo alto.
Cómo pintar las puertas en 7 pasos
Vamos con los 7 pasos para pintar las puertas:
- Cubrir con cinta de carrocero el perímetro del marco.
- Desmontar la puerta.
Se puede pintar montada pero es mucho más incómodo. Lo mejor es desmontarla y pintarla en horizontal apoyada sobre unos caballetes o una mesa. Recuerda desmontar los pomos y piezas metálicas - Lijar la puerta. Ese paso se puede saltar si aplicas una pintura muy adherente pero te recomendamos lijar con el mouse de forma suave y uniforme.
Para las esquinas y rincones será necesario emplear una lija manual. - Aplicar una capa de imprimación. Es posible saltarse este paso, pero para un resultado más duradero y ahorrar pintura es lo más recomendable.
- Lijar la imprimación con una lija de grano fino y limpiar con un trapo húmedo los restos de polvo.
- Aplicamos la pintura. Tanto en la puerta como en el marco. En este paso puedes tener en cuenta estos tres consejos:
- Remover bien la pintura antes de empezar. Hasta que tengas una pintura homogénea.
- No cargar mucho de pintura la brocha o pincel
- En la primera capa hacer pasadas cruzadas. Esperar que se seque y dar una segunda capa con trazos rectos.
- Montamos la puerta con los pomos y las bisagras y retiramos la cinta de carrocero con cuidado para no dañar ni la pintura del marco ni la de la pared.
Siguiendo estos pasos tendrás tus puertas como nuevas y renovadas. Pero si eres de esas personas que no te conformas con un “lavado de cara”, y buscas un efecto wow en tus puertas sigue leyendo porque en CATPIME somos especialistas en conseguirlo.
Alta decoración ¡también en las puertas!
Las puertas, además de un elemento práctico para dar paso a otras estancias, pueden ser también elementos decorativos en sí mismas.
Imagina puertas metálicas, con texturas, fusiones y originales acabados que las transforman de simples puertas en auténticas obras de arte.
Si quieres comprobarlo con tus propios ojos, puedes visitar esta sección: Puertas sorprendentes.
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